Estudios médicos han demostrado que el Tai Chi es una herramienta para lidiar con el dolor en personas que padecen artritis. En general, el flujo energético estimulado durante el Tai Chi ayuda a mejorar cualquier dolor del sistema músculo-esquelético.
También mejora la condición de las articulaciones y aumenta la flexibilidad cuando ésta ha sido disminuida por la artritis.
El Tai Chi se ha utilizado incluso como sustituto del tratamiento farmacológico contra el dolor en artritis, con éxito.
Una reunión sostenida en Bélgica de la Sociedad Internacional de Investigación de la Osteoartritis señaló que la práctica regular de Tai Chi puede, después de 12 semanas, alcanzar mejorías en pacientes, sea que éstos se mediquen contra el dolor o no.
Desde 1997, el Instituto de Tai Chi para la Salud ha implementado un tratamiento específico para la artritis, que ha tratado a más de un millón de personas. Este tratamiento utiliza ejercicios de Tai Chi enfocados en la flexibilidad, desarrollo muscular y mejorar la condición cardiorrespiratoria.
Para aquellos que no padecen artritis, la práctica de Tai Chi es eficiente como prevención contra la enfermedad.
